Los alimentos son indispensables para:
1.- la formación, reposición y recuperación de las células y los tejidos;
2.- producir energía con objeto de conservar la temperatura corporal, y permitir el movimiento y el trabajo;
3.- llevar a cabo procesos químicos como la digestión de los alimentos;
4.- proteger al organismo contra las infecciones,
ofrecer resistencia
combatir las infecciones, y
recuperarse de las enfermedades.
Los alimentos se componen de nutrientes.
Los micronutrientes como las vitaminas y los minerales sólo se necesitan en pequeñas cantidades;
en mayores cantidades se necesitan los macronutrientes como
los carbohidratos,
las proteínas y
las grasas.
El organismo no puede funcionar adecuadamente si faltan uno o más de estos nutrientes.
Una dieta sana y equilibrada proporciona alimentos en las precisas cantidades y combinaciones: tal dieta es inocua y está exenta de sustancias patógenas y dañinas.
Mejor es prevenir que curar. Cuanto antes comience una persona a llevar una dieta sana y equilibrada, tanto más saludable se mantendrá.
En la sección siguiente figuran algunas directrices sobre una nutrición sana y equilibrada.
Nutrición sana y equilibrada
Disfrutar de una variedad de alimentos
Comer bien significa consumir una variedad de alimentos.
Ningún alimento por sí solo contiene todos los nutrientes que necesita nuestro organismo, a excepción de la leche materna para los lactantes hasta la edad de seis meses. El consumo de una variedad de alimentos aportará los nutrientes que son indispensables.
Si se consigue escoger alimentos de temporada y disponibles en el lugar, su consumo puede ser placentero, sano y asequible.
Consuma alimentos básicos en cada comida
Los alimentos básicos deben integrar la mayor parte de una comida.
Son alimentos relativamente baratos y aportan una gran cantidad de energía y algunas proteínas.
Los alimentos básicos comprenden cereales (como arroz, maíz, mijo, sorgo, trigo y cebada), raíces amiláceas (como patatas, batatas, mandioca y ñames) y frutas amiláceas (como plátanos-vianda).
Sin embargo, los alimentos básicos no bastan para proporcionar todos los nutrientes que necesita el organismo. Hay que consumir otros alimentos que aporten energía adicional, proteínas y micronutrientes. POR ESO EXISTEN LOS COMPLEMENTOS NUTRICIONALES
Consuma legumbres de ser posible cada día
Estos alimentos proporcionan a la persona las proteínas necesarias para desarrollar y restablecer el organismo y también para formar músculos fuertes. Dichos alimentos buenas fuentes de vitaminas, minerales y fibras y ayudan a mantener activo el sistema inmunitario.
Las legumbres comprenden frijoles, arvejas, lentejas, cacahuetes (incluida la manteca de cacahuete) y soja. Cuando se consumen junto con alimentos básicos aumenta la calidad de la proteína. Las leguminosas constituyen una fuente más barata de proteína que los alimentos animales, como la carne de vacuno y de pollo, y de ser posible deben consumirse a diario.
Los alimentos procedentes de animales y el pescado deben también deben consumirse con moderación. Proporcionan proteínas de gran calidad, vitaminas y minerales, así como energía suplementaria. Ayudarán a fortalecer los músculos y el sistema inmunitario. Comprenden todas las formas de carne, aves, pescado, huevos y productos lácteos como leche, leche agria, suero de leche, yogur y queso. Si insectos como las orugas y saltamontes forman parte de su dieta, también le proporcionarán buenos nutrientes.
Consuma hortalizas y frutas cada día
Las hortalizas y las frutas constituyen una parte importante de una dieta sana y equilibrada. Proporcionan las vitaminas y minerales que mantienen en funcionamiento el organismo y refuerzan el sistema inmunitario.
Las grasas y aceites desempeñan una importante función en una dieta sana y equilibrada. Incluso en pequeñas proporciones pueden aportar abundante energía. Las grasas y aceites comprenden la mantequilla, el tocino, la margarina, el aceite de cocinar (aceite vegetal, aceite de coco y aceite de palma), la nata, la mayonesa y la crema de coco. También se encuentran en los aguacates, semillas oleaginosas (girasol, cacahuete y sésamo), carne grasa y pescado, cuajada y queso.
Los azúcares y los alimentos azucarados comprenden la miel, mermeladas orgánicas, azúcar mascabado, y galletas integrales.
Aunque las grasas y los azúcares constituyen una buena fuente de energía, no son ricos en otros nutrientes. Por lo tanto, deben consumirse como complemento de otros alimentos, no en sustitución de ellos.
Beba abundante agua limpia e inocua
Las bebidas alcohólicas eliminan el agua del organismo y por lo tanto deben consumirse sólo en cantidades limitadas. También pueden interferir con la acción de los medicamentos.
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